Quizá no sea el nombre más original del mundo, pero es el que mejor me define.
Mitad hombre, mitad Cam. Si de algo estoy seguro es que la noche, las lunas llenas en los ojos ajenos y los aullidos de madrugada, son muy acertados para conocerme.
No pretendo que os enamoréis de mi poesía de segunda, ni tampoco que os sorprendáis con mis anécdotas de cada fin de semana. Vengo aquí a descubrir mi mundo y a contarlo. A dejar constancia de que mi vida no es precisamente una monotonía y a dejar por escrito todo aquello que no supe o no pude decir a quienes debía cuando debía.
Aquí habrá de todo: miedos, poemas, reflexiones, anécdotas sexuales, amores frustrados y corazones rotos, versos fáciles e historias inconclusas.
Aquí encontraréis un corazón silvestre que late emociones. Un alma cuadrúpeda que busca su manada en un mundo plagado de fieras. Un lobo que llama a sus musas cuando el sol ya no está, que devora presas rotas a través de sus vivencias y se alimenta con experiencias ajenas. Es el hábitat de quien reflexiona sobre su propia existencia y donde lo correcto adquiere otro significado. Donde la reputación es el ultimo eslabón de toda una cadena alimenticia y donde la sociedad es el principal bosque donde ando perdido.
No seré yo el mejor hombre, pero tampoco el mejor animal.
Bienvenidos.